sábado, 14 de marzo de 2009

De la "a" a la "zeta"

Vas y te lo crees. Eres cómplice de lo que está pasando, porque no confías en nadie. Nadie. Nadie te incluye a ti misma. No tienes ni idea de lo que pasa por su cabeza ahora, pero estás demasiado ocupada mirando al mar y suspirando. No sabes lo que puede suceder, de lo que hace que se me estremezca el corazón o me den ganas de tocar el piano. Que me tocas y me congelo, y odio eso. Temblar siempre me pareció la mejor manera de decir “te echo de menos”, será por eso que me paso temblando el 86% de la semana.

Porque cuando estás sola y nadie sabe lo que te pasa excluyes a la nieve como posible causante, pero en realidad es calculadora, sabe jugar muy bien a su papel en mi juego. Estoy segura de que en algún lugar, lejos de aquí –o cerca, todo puede ser- existe alguien que realmente sabe el significado real de besar el anj y mirar al cielo. Y reír. Reír sin parar. Y piensas que el es el número uno, pero te das cuenta de que es la letra Z. Ya no es el primero, es el que zanja todo. ¿Te has fijado? Zanjar empieza con “z” y siempre me pareció que la “z” era el final de algo (en este caso el abecedario). Así que, por lógica estúpida del corazón, zanjar también es el final de algo. Pero no me gustan los finales…

3 comentarios:

  1. Qué bien escribes, caray!
    Claro que no me importa, para nada, jajaja no hace falta ni que me preguntes! XDD

    muaaks

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  2. Sí, Kitty es la de la foto. A mí desgraciadamente en 2006 me dijeron que era alérgica a los animales con pelo, pero la doctora dice que si dabamos el gato pues que mi salud empeoraría, asi que me tomo las pastillas y ya.

    PD:no sabía que tenías hermana XD

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  3. Dicen que los finales solo son el comienzo de algo diferente.


    miau de nieve

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