domingo, 8 de noviembre de 2009

Él se escribe con sonrisas.

La luz disminuyó y el mundo pareció detenerse. Se miraron directamente a los ojos y se arrepintieron. Se acordaron de todos los otoños que habían pasado juntos y se odiaron por hacerlo. No querían volverse a ver pero lo hacían constantemente. Se seguían queriendo. Mucho. Demasiado. Se querían de la peor de las maneras. Se odiaban de la mejor de ellas. Decían que no pero sabían perfectamente que desde que se habían separado las cosas no habían ido bien. Él había sido un auténtico capullo con todas las personas y ella había roto todo su mundo. Pero no iban a decirlo. Eran demasiado orgullosos. Pero qué más da ya. Eran unos orgullosos enamorados que no se tenían el uno al otro. Las sonrisas se escaparon. El suelo tembló. Nada sería como antes. Lo sabían y pensaron que todo, antes, era perfecto. Darían lo que fuera para que todo volviera a ser como hace 3 años. Regalarían todas las tormentas. Escribirían con sangre que no pueden vivir el uno sin el otro. Pero no lo harían porque eran unos putos cobardes.

... al final resultará que las matemáticas si son exactas.

1 comentario:

  1. no sé si lo habrá visto antes pero aquí le dejo un regalo:

    http://chataignesetchocolat.blogspot.com/2009/07/la-soledad-de-los-numeros-primos.html

    Alhy es una gran escritora además de sicóloga, y ese artículo creo que le vendrá un poco bien..
    no es nuestra culpa que no podamos admitir ciertas cosas, le prometo que todo saldrá bien
    :)

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