viernes, 25 de noviembre de 2011

a veces yo, sabiendo que siempre tú

Determinar los suspiros que se mezclan con el aire, lloras y eres bello.
Y a veces temblamos.
Me podría pasar la vida abrazándote tan fuerte como la última vez.
A veces también dudas, y los relojes te miran, y las aceras te sujetan y el cielo te salva de todos menos de mi.
Interactuamos a velocidad reducida.
Qué más puedo decir, si todavía sigo siendo igual de inocente.
Las persianas siguen bajando y todos siguen moviéndose, y ya nadie se para para sonreír.
Me hubiera gustado que cerraras los ojos para chocar mis dientes con tu cuello.
Y mis miedos con tus heridas.
Y tus fríos con mis manos también.
Incluso preguntarme si podríamos escaparnos a ver el mar, cogidos no de las manos sino de los latidos.
Yo solo puedo decirte que quiero t o d o contigo, y que el invierno nos espera con los brazos abiertos.
Ven. Nunca dejes de buscarme.



4 comentarios:

  1. "Y mis miedos con tus heridas.
    Y tus fríos con mis manos también."

    Rebosas magia, ambos lo hacéis, y no sabéis la envidia que dais. Y tus palabras, son tan de invierno, son tan de maga, que me hacen querer cada letra que escribes, me gusta que noviembre sea bueno contigo.

    Nunca dejes de repartir polvos mágicos con las yemas de tus dedos.

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  2. nunca dejes de buscarme..
    estare escondida en cada esquina..

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  3. Ojalá que el invierno nos trate bien y el frio pase a ser secundario porque tengamos con quién combatirlo ;)

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