jueves, 1 de octubre de 2009

Entonces cállame

El día se hizo un poco noche y el mundo pareció detenerse en frente de tus ojos.

Mis labios no consiguieron pronunciar una palabra sensata en al menos siete vueltas al reloj. Tú, callado, intentabas esconderte, hacerte parte de la calle. Duele saber que la estás cagando y que no puedes hacer nada. Duele saber que el amor se escapó entre mis dedos al mismo tiempo que lo hacías tu también.

Susurré varias veces intentando no parecer yo, pero la honestidad de mis gestos te hizo entender todo lo que te quise decir incluso antes de que saliera de mi boca. Como una melodía el viernes por la noche.

El momento se hizo eterno pero fugaz al mismo tiempo.

Qué irónico.

No te dije nada pero sin embargo te lo dije todo. Es lo malo de ser como soy. Demasiado previsible. Me juré odiarte, no volver a hablarte nunca más, a olvidarme de que existías. Me lo prometí a mi misma como los niños que prometen portarse bien. Pero esa promesa se rompió tan rápido como el abismo entre tus manos y mi felicidad.

Intenté entender que si era eso lo que tú querías yo lo aceptaría y me callaría. Me lo dije una y mil veces pero la situación se volvió amarga y temblé tanto que me pareció convertirme en último otoño que pasamos juntos.

Nunca olvidaré la cara que pusiste cuando te dije lo que tanto temíamos pero queríamos también. O de cómo el cielo se hizo oscuro con un pequeño trozo de corazón.

Ese día no entendí nada y el mundo se volvió loco. El Sol era una bombilla cerca de mi piel, que me quemaba las ganas de pensar en todo lo que había sucedido. El suelo parecía una cinta de aeropuerto porque, aunque estábamos al lado, yo parecía alejarme cada vez más. Y pensé en que el mar era más sabio que nosotros juntos.

Todas las cosas seguían su curso irremediablemente, nadie podía pararlo. Sería como intentar creer que la Luna no ha sido inventada para ti.

Creo que, a día de hoy, todavía no he entendido del todo porqué te estuve diciendo a gritos que te quería cuando tu parecías no escucharme. Y porqué precisamente hoy me acuerdo de todo eso. Será porque en el fondo, muy en el fondo, nunca he dejado de esperarte.

2 comentarios:

  1. Entonces tendremos que repetirnos una y otra vez hasta que aprendamos amiga...
    ambos sufrimos por amores no correspondidos, estamos esperando y queriendo, esmerándonos en ser dignos (¿lo logras tú? porque yo no) y anhelando esa sonrisa, ese beso que ellos no nos dieron..
    también te digo lo mismo, enamórate de alguien que te merezca que eres una persona fantástica
    (como me gustaría tener dinero para ir a visitarte :P pena que vivamos tan separados..)




    PD: Estoy orgulloso de ser alguien aquí para tí, aunque solo me veas como un lector que comenta no importa, me siento orgulloso de conocer tu magnífico blog
    :)

    ResponderEliminar
  2. "No te dije nada pero sin embargo te lo dije todo. Es lo malo de ser como soy"

    Es tan cierto, es como saber que ser siendo uno mismo.

    Duele a veces o quizas siempre pero despacito

    Es lo mas lindo que he leido de ti, quizas por la tristeza...

    muchos abrazos


    andrés

    ResponderEliminar