domingo, 23 de agosto de 2009

Hace poco vi un girasol por primera vez...

...y desde entonces son mis flores favoritas.
Demasiadas horas de coche. Todas sin ti, por supuesto. Ruge el motor y no puedo evitar pensar en que pasaría si me enamorara otra vez. Todo sería diferente. Sucederían las cosas de una manera distinta, discreta. Me gustaría verte cada día. A todas horas. Nunca me cansaría de ti. Abril sería mas humedo, como tus ojos. En octubre saldríamos por la calle cuando no hubiera nadie y estuviera lloviendo. Solos. Cogidos de la mano. Y sin dejar de sonreír. En agosto nos iríamos a una playa en la que solo hiciera frío. Y entonces sacaríamos mi cometa y la volaríamos un rato juntos. Reiríamos como locos viendo como nuestro pelo está revuelto. Nos dolería la tripa de tanto ser feliz. En enero iríamos a pasear a los perros durante horas, esperando a que la tarde se hiciera noche. Y nos miraríamos a los ojos, y comprenderíamos que la vida es el otro, aquí y ahora. Y para siempre. En diciembre estaríamos tocando el piano. Y yo te mostraría entusiasmada todas las canciones que he compuesto para ti. Y entonces tu me cogerías la mano y yo me sentiría la chica mas segura del mundo. Y te besaría la nariz. En marzo saldríamos con las bicicletas a dar vueltas por el mundo. Tu delante, para guiarme. No habría ningun guía mejor que tu, te lo aseguro. Y pararíamos solo cuando viéramos que el sol se está a punto de ocultar, creyendo que queda poco para que sea otoño. En junio me leerías tus historias, tus cuentos, tus escritos. Me deleitarías con tus sonrisas. Me haría esclava de tus abrazos. Nos iríamos a la parte mas alejada solo para ver el sol salir. En septiembre nos diríamos a todas horas lo mucho que nos queremos. Y lo difícil que sería continuar si no estuvieramos juntos. No importaría que se hiciera de noche cada vez mas rapido, porque, al fin y al cabo, nos iluminaríamos el uno al otro. Y no hay mejor sensacion que esa. En mayo llorarías porque no eras tan perfecto como pensabas. Y yo te susurraría una y mil veces al oído "quiero que seas mi fin del mundo". En febrero nos escribiríamos cartas, jugarías con mis dedos, nos haríamos complices de todo. Nos miraríamos clandestinamente una y otra vez. En noviembre estaríamos horas y horas llamando a puertas para que nos ayudaran a recolectar juguetes y alimentos para la gente que, al mes siguiente, lo sintieran como si solo fuera uno mas. Y entre tanto nos miraríamos y comprenderíamos cuan bonito es hacer todo eso. Y lo muy gratificante que eso resulta. Y en cada sonrisa, una emocion. Y tu serías todas mis emociones. Y noviembre sería mas largo, para que pudiera pasar mas días contigo. En julio iríamos a la piscina de noche, para que todo el mundo se diera cuenta de que nosotros íbamos al reves del mundo, y que estabamos felices solo por eso. Y entonces, despues de cada baño, yo te diría lo bien que compones canciones y tu te sonrojarías. Pero es que ya ha pasado un año y no ha pasado nada de todo eso. Y yo solo espero que te des cuenta de lo maravilloso que trescientos sesenta y cinco dias pueden ser. Y lo bien que lo pasariamos si estuvieramos juntos. Pero los años pasan... y tu no estas.

4 comentarios:

  1. han pasado tres años en mi Itaca, no encuentro de nuevo a Penélope y parece que nunca más llegaré..



    me has venido al conrazón como siempre :)

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  2. Que atractiva forma de escribir y describir temporadas junto a tus sentimientos. . un blog así da gusto leer (:

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  3. …Y que los días enhebren cada instante que son inherentemente separados, pero juntos por la estación del años, el recuerdo.
    Que los caminos resfríen el vuelo, y el karma nazca estable desde el sueño.

    Saludos, perfecto escrito.
    Cuídate.

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  4. No puedo creer que haya pasado tantos dias y no haberte leido, tu escritura es distinta a la que estoy acostumbrado y por eso me logras atrapar...

    Un abrazo en la distancia

    andrés

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