lunes, 13 de septiembre de 2010

"Peor que el olvido fue frenar las ganas de verte otra vez"




El frío de la calle entraba en sus bocas y todavía no eran conscientes de que ese iba a ser su día. Había llovido pocos minutos antes, con la antelación de los autobuses que pasan antes de hora. Se habían esperado durante trece meses, siete días, dieciséis horas y ochenta mil millones de latidos en dos camas vacías. A veces había sido todo tan duro que habían estado a punto de abandonar, pero no lo hicieron. Nunca. ¿Y queréis saber por qué? Porque se lo habían prometido trece meses, siete días, dieciséis horas y ochenta mil millones de latidos antes, una tarde de domingo cuando se comían a besos en la parada de un autobús que no iba a pasar porque había terminado su línea.

Sin embargo, y con el miedo de los que tienen cosas que perder, juraron que las cosas no cambiarían nunca. Se fueron a una pequeña tienda situada en uno de los barrios más transitados de la ciudad, donde en la trastienda de un anticuario había un antiguo colega con una tienda ilegal de tatuajes. Se miraron a los ojos y en seguida lo supieron.

Una hora y media después salieron cogidos de la mano, con los dedos entrelazados, y la palabra que definía su relación tatuada en la muñeca.

Mendigaron otros tantos besos en un parque y empezó a llover. Para cuando quisieron darse cuenta las horas del reloj habían pasado más rápido que nunca y se tenían que ir.

Aunque se prometieron que nunca se dejarían de pensar y que, trece meses, siete días, dieciséis horas y ochenta mil millones de latidos después se volverían a ver en el mismo sitio.

- Te he echado de menos- dijeron al mismo tiempo.

Ambos sabían que lo habían hecho mucho más de lo que nunca podrían decir.

Después se abrazaron y se dieron el beso de esquimal más largo de la historia. Estaban más enamorados que nunca.

7 comentarios:

  1. Sólo puedo decir que es...impresionante. Sencillo, pero enternecedor. Muy bien expresado...

    Saludos!!!

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  2. el tiempo siempre pasa volando cuando se mendigan besos en un parque...

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  3. Me encanta como escribes, lo que escribes, y la sonrisa que me deja de postre cuando termino de leer todas esas líneas...
    ¡Por los besos de esquimal que duran eternidades!

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  4. *.*
    Me he quedado enamoradísima de este trozo de realidad ficticia. En serio, es muy especial.
    P.D.: ¿Qué palabra definía su relación? La curiosisad me puede. ^^
    Sigue así, nina, eres impresionante.

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  5. Bestial, genial, estremecedor, intrigador, ...
    Me encanta como escribes. Me dejas con una intriga... Me encanta, me encanta, me encanta :D
    No me cansaré de repetirlo!
    Y las fotos, rozan la perfección.

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